miércoles, 17 de agosto de 2016

Páginas en blanco

Un biblioteca repleta de libros con las páginas en blanco. Así fueron los toros de Zalduendo lidiados ayer en Soria. Correcta presentación pero vacíos de contenido. Sin fuerzas. Ninguno remató en tablas. Parecían equivocarse a la hora de medir las distancias cortas. Todos llegaron a la muleta desfondados tras el tercio de banderillas y un inexistente tercio de varas. El brío mostrado a la salida de chiqueros era puro espejismo.



En la cultura tradicional japonesa el "bushido" es un término que se traduce como "el camino del guerrero". Alejandro Talavante, conocedor de esta filosofía, debió dejarse su espíritu guerrero en el hotel, pero claro, para que haya lucha debe haber al menos dos partes enfrentadas. El extremeño no encontró oponente alguno ayer en el ruedo soriano. Sus zalduendos, primero y cuarto, que perdieron las manos en repetidas ocasiones, no podemos calificarlos como toros bravos. Talavante tampoco ayudó en demasía para arreglar el desaguisado.

Joselito Adame desorejó al primero de su lote en una faena del gusto de los tendidos, realizada en los medios y siempre por alto. Si bajaba la muleta su rival perdía las manos. La mayoría del tiempo estuvo fuera de sitio. Los mejores momentos de la lidia, pese a los esfuerzos del maestro, lo lograron sus banderilleros, Miguel Martín y Fernando Sánchez. Saludaron desde el tercio, desmonterados, tras colocar sus pares. En su segundo, el peor de la tarde en presentación y comportamiento, comenzó la faena de muleta sentado en el estribo ante un animal que tuvo que cuidar y mucho. Por momentos parecía que iba a caerse. La lidia de ejemplares de esta categoría, demasiado habitual en este tipo de ganaderías, desnaturaliza la Fiesta, además de dar argumentos a las corrientes animalistas. Sorprendentemente añadió un trofeo a su cuenta particular.

Cerraba la terna de toreros de a pie López Simón. Practicó su toreo de arrimón, pasándose cerca los pitones ante un toro con las fuerzas justas y carente de fondo. López Simón, ante este panorama, quizás se confió demasiado y lo pagó con una voltereta, afortunadamente sin consecuencias. Fue premiado con una generosa oreja. Destacar que Vicente Osuna, miembro de su cuadrilla, recibió una cornada de 11 centímetros en el muslo derecho al colocar el primer par. En el que cerraba plaza, probablemente el mejor de los seis, mostró su lado más populista, toreo de rodillas y desplantes incluidos, además de circulares que fueron muy jaleados por un tendidos con ganas de fiesta y que restó importancia a su toreo con el pico. Cerró, tras un pinchazo, con una soberbia estocada. A la postre, lo único realmente reseñable de toda la tarde. Obtuvo dos generosas orejas.

La tarde estuvo prologado por el rejoneador Manuel Manzanares. Su actuación se puede calificar de mediocre y monótona. No colocó ningún par con las dos manos.


Soria. Domingo 3 de julio. Última de Feria. Casi lleno. Un toro de Luis Terrón para rejones y seis de Zalduendo para lidia de a pie. El rejoneador Manuel Manzanares, oreja; Alejandro Talavante, palmas y pitos; Joselito Adame, dos orejas y oreja; Alberto López Simón, oreja y dos orejas.

(artículo publicado www.purezayemocion.com 04/07/2016).

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