"La
gente pregunta: ¿Que es un RocknRolla? Y yo les digo que no tiene nada
que ver con baterías, mala vida, ni viajes al hospital. No, no, es mucho
más que eso amigo mío. A todos nos gusta la buena vida. A unos el
dinero, a otros el glamour, o la fama. Pero un RocknRolla, es diferente.
¿Por qué? Porque un auténtico RocknRolla quiere el pack completo."
(RocknRolla, 2008).
Guy
Ritchie dirigió en el año 2008 "RocknRolla". Repleta de diálogos
directos y provocadores, además de una cámara nerviosa marca de la casa,
este largo se convirtió una obra de culto a
los pocos meses de su estreno. La acción se desarrolla en Londres. Toda
la ciudad ha sucumbido a la especulación inmobiliaria y sus cuantiosos
beneficios. Un magnate ruso, que desea construir en unos terrenos de su
propiedad, altera el orden establecido por los capos y políticos
locales.
Andrés Roca Rey, un joven de diecinueve años, pero también una realidad más que prometedora del toreo, quiere ser un rocknrolla de su profesión. Ambición no le falta. Lo quiere todo. Anhela el paquete completo.
Con
catorce años dejó Perú y se trasladó a España. Es lo que siempre quiso
aunque reconoce que sintió vértigo el día que despegó el avión rumbo a
nuestro país. Desde entonces ha crecido en un mundo donde apenas hay
personas de su edad. Ser un rocknrolla del toreo supone sacrificios. Dieta estricta, entrenamiento, campo, deporte y una vida sana alejada de su familia. A su edad nuestros
hijos se van de botellón. Andrés no. Torea de salón
mientras escucha flamenco o corre por el campo a ritmo de rancheras. Los
momentos que tiene libres, la mayoría fuera de temporada, lo exprime a
máximo con sus amigos. Su banda sonora en esos instantes es Daddy Yankee
o Nicky Jam.
El
pasado sábado la Peña Taurina El Quite de Logroño le entregó su trofeo
al mejor quite de la pasada feria taurina de San Mateo 2015. Elegido por
votación entre todos los miembros de la asociación abonados de la plaza
de toros de La Ribera, fue premiado por el quite por talaveranas que
ejecutó el día veintidós de septiembre a un ejemplar de la ganadería de
Zalduendo lidiado en quinto lugar.
Su ambición esa tarde fue reconocida con dos
orejas en Logroño, una de cada toro de su lote, aunque no pudo salir a
hombros, ya que el reglamento riojano exige el doble trofeo de un mismo
astado para tal honor. Fue su presentación triunfal en
España como matador tras tomar la alternativa en Nimes. Destacó en todas
las suertes, pero sobre todo en el primer tercio, algo que los
aficionados que integran esta peña supieron reconocer.
Andrés
Roca Rey, que se mostró muy agradecido por el galardón, se convirtió
también en el torero más joven que lo recibe. El premio, el más longevo
de cuantos se conceden en la capital riojana, fue otorgado por primera
vez en 1983 al maestro Espla. Entre su lista de ganadores figuran
nombres como Juan Mora, Curro Vázquez, Enrique Ponce, Joselito, o más
recientemente Miguel Ángel Perera o Diego Urdiales. Como dato curioso
añadir que es el primer matador hispanoamericano que lo recibe. No
olvidemos que La Rioja es la cuna del Castellano, lengua que compartimos
con los países latinoamericanos, además de nuestra cultura, que incluye
la tauromaquia.