domingo, 27 de marzo de 2016

Japoneses en La Maestranza.



Dice la leyenda, se puede creer o no, que una vez preguntaron a Pepe Luis Vázquez padre porque no acudía con mayor asiduidad a La Maestranza. El sabio de San Bernardo, que siempre fue a la de Miura, respondió:

 

-En Sevilla sólo hay japoneses.


No sé si ayer hubo japoneses en Sevilla, pero lo que sí puedo afirmar es la extinción de los aficionados exigentes en los tendidos maestrantes.  La calidad y el “arte” de Morante son indiscutibles. Sus formas de divo, propias de María Callas, también son conocidas. Chaquetas imposibles, habanos, o disfraces imposibles, son sólo algunos ejemplos. Caprichos de niño mimado que el orbe taurino tolera y los periodistas fomentan. Sin embargo, existen líneas rojas que jamás se deben sobrepasar. 

 

 

Morante, como cualquier torero, debe saber que tiene a su disposición un tiempo previamente tasado y fijado para desarrollar su faena de muleta y matar a su contrincante. Debe administrarlo. La espada, así me lo dijo mi padre, da y quita orejas. Es la suerte suprema. Los toreros son matadores de toros ante todo. Dicho esto, creo sinceramente que el público de ayer en Sevilla, Domingo de Resurrección, no estuvo en su sitio al aplaudir al de la Puebla. Cuando sonó el tercer aviso su segundo toro seguía vivo. Fue apuntillado. No lo mató. Si los supuestos aficionados estuvieron mal, peor estuvo el figura, Morante, por salir a saludar. ¡Pobre Sevilla!


 En los tendidos, mientras tanto, creí oír la siguiente copla:


 “Te quiero más que a mis ojos,
te quiero más que a mi vida,
más que al aire que respiro
y más que a la madre mía.


Que se me paren los pulsos
si te dejo de querer,
que las campanas me doblen
si te falto alguna vez.


Eres mi vida y mi muerte,
te lo juro, compañero;
no debía de quererte,
no debía de quererte
y sin embargo te quiero”.


martes, 22 de marzo de 2016

Roca Rey: "Quiero ser un RocknRolla de mi profesión".


"La gente pregunta: ¿Que es un RocknRolla? Y yo les digo que no tiene nada que ver con baterías, mala vida, ni viajes al hospital. No, no, es mucho más que eso amigo mío. A todos nos gusta la buena vida. A unos el dinero, a otros el glamour, o la fama. Pero un RocknRolla, es diferente. ¿Por qué? Porque un auténtico RocknRolla quiere el pack completo." (RocknRolla, 2008).


Guy Ritchie dirigió en el año 2008 "RocknRolla". Repleta de diálogos directos y provocadores, además de una cámara nerviosa marca de la casa, este largo se convirtió una obra de culto a los pocos meses de su estreno. La acción se desarrolla en Londres. Toda la ciudad ha sucumbido a la especulación inmobiliaria y sus cuantiosos beneficios. Un magnate ruso, que desea construir en unos terrenos de su propiedad, altera el orden establecido por los capos y políticos locales.

Andrés Roca Rey, un joven de diecinueve años, pero también una realidad más que prometedora del toreo, quiere ser un rocknrolla de su profesión. Ambición no le falta. Lo quiere todo. Anhela el paquete completo.   

Con catorce años dejó Perú y se trasladó a España. Es lo que siempre quiso aunque reconoce que sintió vértigo el día que despegó el avión rumbo a nuestro país. Desde entonces ha crecido en un mundo donde apenas hay personas de su edad. Ser un rocknrolla del toreo supone sacrificios. Dieta estricta, entrenamiento, campo, deporte y una vida sana alejada de su familia. A su edad  nuestros hijos se van de botellón. Andrés no. Torea de salón mientras escucha flamenco o corre por el campo a ritmo de rancheras. Los momentos que tiene libres, la mayoría fuera de temporada, lo exprime a máximo con sus amigos. Su banda sonora en esos instantes es Daddy Yankee o Nicky Jam.


El pasado sábado la Peña Taurina El Quite de Logroño le entregó su trofeo al mejor quite de la pasada feria taurina de San Mateo 2015. Elegido por votación entre todos los miembros de la asociación abonados de la plaza de toros de La Ribera, fue premiado por el quite por talaveranas que ejecutó el día veintidós de septiembre a un ejemplar de la ganadería de Zalduendo lidiado en quinto lugar.

Su ambición esa tarde fue reconocida con  dos orejas en Logroño, una de cada toro de su lote, aunque no pudo salir a hombros, ya que el reglamento riojano exige el doble trofeo de un mismo astado para tal honor. Fue su presentación  triunfal en España como matador tras tomar la alternativa en Nimes. Destacó en todas las suertes, pero sobre todo en el primer tercio, algo que los aficionados que integran esta peña supieron reconocer.


Andrés Roca Rey, que se mostró muy agradecido por el galardón, se convirtió también en el torero más joven que lo recibe. El premio, el más longevo de cuantos se conceden en la capital riojana, fue otorgado por primera vez en 1983 al maestro Espla. Entre su lista de ganadores figuran nombres como Juan Mora, Curro Vázquez, Enrique Ponce, Joselito, o más recientemente Miguel Ángel Perera o Diego Urdiales. Como dato curioso añadir que es el primer matador hispanoamericano que lo recibe. No olvidemos que La Rioja es la cuna del Castellano, lengua que compartimos con los países latinoamericanos, además de nuestra cultura, que incluye la tauromaquia.

domingo, 6 de marzo de 2016

Toros y política

Eduardo Gavín, presidente del Ateneo Cultural Orson Welles, presentó el pasado sábado en Logroño, en el marco del Invierno Cultural Taurino 2016 que organiza la Peña Taurina El Quite, el nuevo número de la revista “El monosabio”. Un monográfico que analiza la compleja relación entre política y toros.


El editorial de la mencionada publicación defiende el carácter transversal ideológico de la fiesta. “Afirmar que las corridas de toros son un resquicio del franquismo es una ignorancia aplastante, pues el rito taurino se pierde en la prehistoria y pasa por Grecia, Roma, y el medievo, hasta nuestros días. Decir que pertenecen a las clases privilegiadas es propio de quien desconoce al pueblo y al mundo rural. Querer acabar con ellas por motivos políticos es atentar contra las costumbres, fuente de derecho, y la cultura popular de muchas naciones. Una triste maniobra globalizadora y homogeneizadora. Nuestro deber, como aficionados, es suplir a unos estamentos taurinos que faltan a su obligación de defender y difundir del rito taurino como riqueza antropológica y única. Es necesario evitar que desaparezca este anacronismo como queremos evitar que desaparezcan las pirámides de Egipto”.


El toro es un elemento totémico de la cultura mediterránea (Zeus se transformó en un toro blanco para raptar a la bella Europa) y las actuales corridas que sobreviven en la Península Ibérica son la última expresión. Un ventana al pasado que nos recuerda al mundo rural y las costumbres más ancestrales en torno a las cuales se organizó la especie humana. Un tesoro antropológico, un bien inmaterial patrimonio de todos. Hablamos de costumbre cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, y la costumbre, tal y como sanciona el artículo 1 del Código Civil, es fuente de Derecho, con caracter supletoria detrás de la ley.

El cambio de las leyes requiere de una amplio consenso social. Para Eduardo Gavín los antitaurinos no son mayoría, aunque si debemos admitir que han conseguido que un gran sector de nuestra sociedad,  y que hasta el momento permanecía indiferente ante el fenómeno taurino, vea con buenos ojos sus postulados frente a unos estamentos taurinos (toreros, ganaderos, empresarios...) que no han sabido o no han querido defender la fiesta dejando esta labor a los aficionados y clubes.

María Antonieta ignoró al pueblo francés encerrada en Versalles dedicadose únicamente a sus representaciones teatrales en El petit Trianon. Nunca imaginó que le cortarían la cabeza. Nicolas II, el último zar de Rusia no se preocupó de mejorar las condiciones de vida de los campesinos y obreros rusos. Era el padrecito de todos ellos. Lo fusilaron. Los profesionales taurinos viven aislados en su mundo de cortijos, fincas, o patios de caballo, como si la sociedad no hubiese cambiado y sin dedicar esfuerzos a defender y promocionar la tauromaquia. Las corrientes animalistas, por su parte, perfectamente organizadas, van ganando terreno. Son, no olvidemos, una nueva religión que equipara el hombre a los animales, algo muy peligroso desde el punto de la lógica. Si hombres y animales son especies al mismo nivel se podrá castigar con iguales pena la eliminación de cualquiera de las dos. Himmler, político nazi e ideólogo del Holocausto, tras acudir a una corrida de toros en Las Ventas en 1940 afirmó que se trataba de “un espectáculo deleznable y extremadamente sangriento”

¿Y los políticos actuales?  La mayoría, salvo excepciones, manejan sin pudor la fiesta con un único fin: rentabilidad electoral. Las corridas de toros no son propiedad de ideología alguna. Si realizásemos una encuesta entre los asistentes a una corrida de toros con el fin de comprobar a quién han votado en las últimas elecciones encontraríamos, para sorpresa de muchos, votantes de Izquierda Unida, PNV, PSOE o PP.


Reflejando esa pluralidad el último número de “El monosabio” incluye entrevistas a Pío García Escudero, presidente del Senado y miembro del Partido Popular, Fernández Bermejo, exministro socialista de Rodríguez Zapatero, o Antonio Tereno, alcalde comunista de Barrancos, una de los dos villas que ejercita la suerte de matar más allá de la frontera en el vecino Portugal.

Asimismo, la citada revista repasa las numerosas prohibiciones existentes a lo largo de la Historia demostrando que “gran parte de los intentos de prohibición vienen de las fuerzas más negras de la política. Desde los Papas más siniestros del Renacimiento, a Salazar en Portugal, pasando por los recién llegados y despóticos Borbones. Sin embargo, el florecimiento de la tauromaquia se da en las épocas de mayor esplendor de la ilustración, el afracesamiento, el liberalismo, las repúblicas, o incluso la movida madrileña”. 

La publicación además incluye interesantes reflexiones. La periodista Covadonga del Peso recuerda a Enrique Tierno Galván quien afirmó en su ensayo "Los toros, acontecimiento nacional" que "cuando el acontecimiento taurino llegue a ser para los españoles simple espectáculo, los fundamentos de España en cuanto a nación se habrán transformado. Si algún día el español fuere o no fuere a los toros con el mismo talante con que va o no va al cine, en los Pirineos, umbral de la Península, habŕia que poner este epitafio: "Aquí yace Tauridia; es decir, España".


"El monosabio" también revindica a  Melchor Rodriguez, " el Ángel Rojo". La actual corporación municipal de Madrid en aplicación de la Ley de Memoria Histórica ha decidido dedicarle una calle. Es justo.  Anarquista y sindicalista, Melchor Rodriguez fue nombrado delegado de prisiones en Madrid durante la Guerra Civil. Intentó frenar, y lo consiguió en muchas ocasiones, las sacas que se practicaban en las checas y concluían con fusilamientos al amanecer en la tapia del cementerio. Llegó a armar a los presos políticos. Era novillero. 

¡Qué  nadie olvide que los toros forman parte de la memoria colectiva de nuestra sociedad! Borrar nuestro pasado, nuestras raíces, nuestros recuerdos, puede tener consecuencias desastrosas. Pregunten a los familiares de enfermos de Alhezeimer.



jueves, 3 de marzo de 2016

Inquisidores.

La novela"Fahrenheit 451", del escritor estadounidense Ray Bradbury, fue publicada por primera vez en 1953. El título alude a la temperatura en la escala de Fahrenheit a la que el papel de los libros se inflama y arde, equivalente a 232.8 ºC. En 1966 François Truffaut dirigió su versión cinematográfica. Sin duda será el libro favorito de los vándalos que ayer atacaron la librería Argot de Castellón por publicitar libros taurinos en su escaparate.

 

Tenía dieciocho años cuando siguiendo la recomendación de un profesor vi la película. Entonces soñaba con cambiar el mundo. Hoy me conformo, he rebasado los cuarenta, con que no empeore, lo cual es cada vez más difícil. "Fahrenheit 451" nos transporta a una sociedad posterior al año 2010. El trabajo de bombero ya no consiste en apagar incendios (las casas no son inflamables) sino en quemar libros, ya que, según el gobierno, leer impide a los ciudadanos ser felices. Con la lectura los hombres comienzan a pensar y analizar el mundo que les rodea. El fin supremo del gobierno es impedir que los ciudadanos tengan acceso a los libros, así se asegura que sean dichosos, no cuestionen sus acciones, y rindan en sus trabajos. 


Ayer, la librería Argot, de Castellón, sufrío un acto de vandalismo por exponer en su escaparate libros taurinos. En su perfil de Facebook puede leerse la opinión de los propietarios del establecimiento. "Tener un escaparate Taurino en fiestas no es hacer apología de la tortura. Somos una librería que vende libros de todas las corrientes de pensamiento y por ello estamos expuestos a la crítica. Tenemos libros sobre Hitler, sobre cultura vegana, sobre lactancia materna, sobre Runners, ... y no por esto sufrimos actos vandálicos, si no todo lo contrario. Quien ha hecho esto no es un antitaurino, es un vándalo."


 

Estoy de acuerdo. Los autores de la pintada no son antitaurinos. Son vándalos, inquisidores que anhelan realizar un índice de libros prohibidos, torquemadas del siglo XXI, fascistas, maleducados, intransigentes, incultos, moralistas, dictadores que sólo admiten un único pensamiento, el suyo, y sobre falsos defensores de la libertad. Seguro que tienen una camiseta con las palabras je suis...Su libertad termina donde comienza la mía.

En el mundo de "Fahrenheit 451", pese a las medidas más que coercitivas del gobierno, los libros existen gracias a ciudadanos capaces de memorizarlos. Son los hombres-libro. El gobierno puede quemar libros pero no puede evitar que existan valientes capaces de recitarlos. Estos nuevos inquisidores podrán prohibir las corridas, marginarnos, hasta insultarnos o tacharnos de antisociales pero no acabar con nuestra afición, nuestros sueños, o nuestra cultura. No pasaran.