viernes, 8 de febrero de 2013

A las cinco de la tarde por Almudena Madurga y Nacho Ortega


Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934) es una figura mítica que rebasa los límites de la Tauromaquía. Personaje polifacético, fue torero, jugador de polo, actor, presidente del Betis y de la Cruz Roja, además de escritor. Desarrolló una importe labor como mecenas de la Generación del 27. Murió como consecuencia de una cogida. Su muerte inspiró a Federico García Lorca una de las mejores elegías jamas escritas en Español.
 
El documental "Ignacio Sánchez Mejías. Más allá del toreo" (2008) producido por La Claqueta Metálica repasa su figura. Agradecer a dicha productora que facilitase su proyección en Logroño el pasado mes de septiembre en el marco del V Ciclo de Cine Taurino organizado por la Asociación Cultural Peña Taurina El Quite.



Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.

El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.

En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde.
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde.
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es la cama.
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!

Federico García Lorca


V Ciclo de Cine Taurino Asociación Cultural Peña Taurina El Quite
13 de septiembre de 2012. Filmoteca Rafael Azcona de Logroño (La Rioja)  Presentación del documental "Ignacio Sánchez Mejías, más allá del toreo".

Coreografía: Almudena Madurga

Dramatis Personae

La Muerte: Almudena Madurga
El torero: Nacho Ortega


Almudena Madurga y Nacho Ortega fusionaron esa tarde tres gigantes de la cultura española (Sánchez Mejías, Lorca y Morente). Agradecer a ambos su apoyo desinteresado a la hora de difundir nuestra cultura popular. 

Almudena, es un placer que aceptes los envites que te proponemos desde la Peña El Quite. Como los buenos toreros, en el escenario sabes parar, templar y mandar.





"A las cinco de la tarde. El matador prende el capote en su faena. Nubes grises sobre la plaza. La mortaja es negra y tiene dos astas. Ronda la muerte al torero.

La danza de la muerte es un oscuro cortejo. Le seduce y le fascina. El cálido aliento del abanto trae el frío suspiro de la dama negra. Juegan muerte y torero.

La arboladura entra en la carne. Respiración anhelosa del diestro en su estertor. Flota, vuela, baila la muerte y mira a los ojos al torero.

La muerte abraza al matador; él se resiste y se rebela. El frío tacto de la oscura dama trae la gangrena. No habrá indulto para el torero. Cinco de la tarde. Un hombre sobre la arena. Lo demás será muerte y sólo muerte."

Roberto Santos

miércoles, 6 de febrero de 2013

Turnedo


Hoy en Logroño llueve y hace frío. Algo lógico en esta época del año. Apetece algo de música. Una sugerencia, Iván Ferreiro.


martes, 5 de febrero de 2013

Había nacido una aficionada.

Entre café y café los compañeros de Cristina solían hablar de toros. Aficionados de pro, intentaban inocularle el veneno de la Tauromaquia. Por momentos parecían profetas de una nueva religión. Durante la feria de San Mateo de su ciudad natal, Logroño, digamos que se dejó arrastrar. Fue varias tardes. No se sintió defraudada si bien es cierto que no alcanzó a entender del todo a sus mentores. Sentía curiosidad por toda la liturgia que rodea a la lidia de un toro aunque no pudiese apreciarla en todos su matices.


Llegó el mes octubre, Feria del Pilar en la cercana Zaragoza, y decidió acompañarlos de nuevo. El cartel, toros de Celestino Cuadri para Javier Castaño, Paulita, e Iván García. Llegó el cuarto de la tarde de nombre Remendón. La cosa no marchaba bien. Cristina mataba el tiempo con su móvil. De repente sus acompañantes reclamaron su atención. El toro estaba en los medios, lejos del caballo. En el ruedo, un picador de los verdad, Tito Sandoval. Esa tarde se sentía torero. Con el beneplácito de su matador, Javier Castaño, comenzó a mover su montura. El caballo levantó las manos. El toro se arrancó con celo desde la distancia. Al galope, derrochando bravura. El tendido se emocionó. Cristina también. En ese preciso momento alcanzó a comprender a sus compañeros. Había nacido una aficionada.




Remendón recibió el castigo preciso. Acudió tres veces al caballo. Recibió el trofeo al toro mas bravo de la feria. Tito Sandoval el premio al mejor puyazo.

Con frecuencia Cristina pregunta a sus amigos cuando vuelven a ir a los toros. Quiere que le avisen, que cuenten con ella.

lunes, 4 de febrero de 2013

Blancanieves sale a hombros.

A todos nos han contando muchas veces el cuento de Blancanieves. Nadie, como reza la publicidad, lo ha había hecho hasta ahora como Pablo Berger. Este director vasco ha imaginado una Blancanieves diferentes a todas. 


La película arranca en la desparecida Monumental de Sevilla (un sueño del gran Joselito el Gallo para competir con la Maestranza). Tendidos llenos y un hombre que arriesga su vida. Un héroe del pueblo. No le importa que vaya a ser padre. Es ante todo un torero, un valiente, que da la cara ante su público y se juega el tipo.

Igual de valiente es la película. Contracorriente. Taurina. En blanco y negro. Muda. Tiene todo en contra y toda a su favor. Es diferente. Emociona. Te arrastra. Le sobra creatividad, talento, y atesora momentos mágicos. Una madrastra (Maribel Verdú) con tintes de villana clásica o una abuela (Ángela Molina) que ameniza las reuniones familiares a ritmo de copla son sólo un par de ejemplos. 


Nadie concibe una Blancanieves sin enanos. Ellos son los reyes de la función.  Aquí toreros cómicos que con su carromato recorren los pueblos de feria en feria. Hombres y mujeres de cuerpo pequeño que aman, sufren, sienten miedo, o se dejan llevar por su envidia. Hoy en día ya no quedan. Dicen por ahí que es un trabajo indigno para estos pequeños seres. Sinceramente, creo que es peor la cola del paro y espero, que entre otras cosas, esta película sirva para que los espectáculos cómico-taurinos vuelvan. Muchos acudimos por primera vez a una plaza de toros para ver el bombero torero y de este tipo de espectáculos han salido grandes maestros (basta con mencionar a Ortega Cano)

Nos falta el príncipe. El príncipe somos nosotros. El público que no puede evitar enamorarse de esta Blancanieves torera, genuina, que pisa el ruedo con fuerza y para quien sólo hay dos salidas, puerta grande o enfermería. Aquí, salida a hombros. Aplausos. Dos oreja y rabo. Faena histórica la esta película que ya por méritos propios forma parte de la historia de nuestro cine.