En una carta fechada el 21 de septiembre de 1845, Prosper Mérimée se despedía de su amigo Ludovic Vitet con estas palabras:
“Adiós, querido Presidente; dentro de poco, usted leerá un
cuentecillo gracioso de un servidor, el cual se hubiera quedado sin
publicar si el autor no fuera acosado por la necesidad de comprarse unos
pantalones. » Ese cuentillo gracioso era
“Carmen”, y fue publicado una semana más tarde en la edición de Octubre de “Reveu des deus mondes”..
Tres décadas después, y ya con música de George Bizet, concretamente el 3
de marzo de 1875, se estrenaba la ópera del mismo nombre. Había nacido
uno de los mitos de la cultura española alumbrado por artistas
franceses.
“Carmen” no es el espejo de la realidad social de la Andalucía de la primera mitad del siglo XIX, al contrario, refleja la
imagen que la burguesía francesa tenía de una España colorista y
racial. La feria taurina de Pentecostés de Vic-fezensac, de igual forma,
tampoco es un exponente de la situación de la fiesta al sur de los
Pirineos. Es, al contrario, una brillante excepción
y una muestra de la tauromaquia que exige y cuida el público francés.
La fiesta de los toros vive dos realidades muy distintas en España y
Francia.
Intenso fin de semana el
pasado en Vic-fezensac que se cerró el lunes con la corrida de
Victorino Martín. Abrió feria Baltasar Iban con una corrida bien
presentada, aunque desigual, que brilló en la suerte de
varas. Los Ibanes, que no presentaron grandes complicaciones, dejaron
en feo a la terna de matadores que se olvidaron el alma y el sentimiento
en España. La presidencia, muy criticada por un sector del público
concedió sendos trofeos a Curro Díaz y Morenito
de Aranda.
El domingo era el día
grande. Corrida concurso por la mañana. Si la gitana Carmen, gracias a
las notas de Bizec, es la reencarnación de la belleza española. Moreno,
racial, exuberante, y libre, el buen hacer
de Gabin Réhabi permitió que el sensacional Salta Cancela de la
ganadería de Los Maños mostrase la esencia de la bravura y de la fiesta
de los toros. El picador francés, montando un ejemplar de la
gran cuadra francesa de Alain Bonijol, y en una
plaza francesa, escribió el que será uno de los momentos más brillantes
de la temporada taurina. Su actitud, como ejercitó la suerte de varas,
fue inolvidable. Su manera de montar, de moverse
por el ruedo, estoy seguro que no difiere mucho de la que mostró
Alejandro Magno liderando su ejército en Gaugamela. Cuatro veces acudió
al caballo el bravo Salta Cancela, y siempre más lejos que la anterior.
En la última cruzó el ruedo de punta a punta. Un
espectáculo que a día de hoy en imposible ver en las plazas españolas.
¡Una pena! Aquí preferimos el trasteo barato, prefabricado, de consumo
rápido. Con permiso del Viejo Profesor, el insigne socialista y gran
aficionado D. Enrique Tierno Galván, Tauridia ha
muerto y en la frontera gala debe ponerse un cartel: Francia, reserva
de la tauromaquia. La vuelta al ruedo del picador acompañando al matador
Javier Cortes, premiado con una oreja, fue un momento único. El toro de
Los Maños, también premiado con una vuelta al
ruedo, fue el justo ganador. ¡ Enhorabuena a la familia Marcuello!.
Los de Valdellán, al igual que Don José, tenían un papel complicado. Mientras Don José tuvo que elegir entre el ejército y una gitana que le volvió loco de celos, para Valdellán superar la hazaña del toro Cubano del año anterior era harto complicado. Destacar su presentación. Perfecta, iguales, astifinos. Un diez. En la visita a los corrales brillaban por su homogeneidad frente a otros compañeros de mayor renombre. En el festejo de la tarde destacó el primero. Bravo, encastado y dotado de una enorme fijeza. Fue un gran toro. Meritoria faena de López Chávez que le cortó una oreja en una actuación que llegó a los tendidos. El resto se mantuvo en la misma línea si bien es cierto que la rotura de varias pezuñas y la cogida de César Valencia nos privó de ver el comportamiento de estos bravos santa colomeños criados en León. Su prestigio, al menos para quien escribe, permanece intacto.
En el debe de la feria
debemos anotar la rotura de pezuñas que sufrieron hasta seis toros de
dos ganaderías en apenas cuarenta y ocho horas y que puede ser debido al
estado del firme en los corrales, muy deteriorado
por las lluvia caída la última semana. En el haber, el resto. No quiero
olvidarme del anfitrión, la Comisión Taurina de Vic-fezensac, y en
especial de Marcell , que cada primavera acoge la familia de “exiliados”
taurinos que cruzamos la frontera ávidos de
las emociones que no encontramos en nuestras, familia que por cierto,
cada año es más grande. Todos repetimos.
Artículo publicado el 16/05/2016 en www.purezayemocion.com