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miércoles, 18 de mayo de 2016

Francia: reserva de la tauromaquia.

En una carta fechada el 21 de septiembre de 1845, Prosper Mérimée se despedía de su amigo Ludovic Vitet con estas palabras: “Adiós, querido Presidente; dentro de poco, usted leerá un cuentecillo gracioso de un servidor, el cual se hubiera quedado sin publicar si el autor no fuera acosado por la necesidad de comprarse unos pantalones. » Ese cuentillo gracioso era “Carmen”, y fue publicado una semana más tarde en la edición de Octubre de “Reveu des deus mondes”.. Tres décadas después, y ya con música de George Bizet, concretamente el 3 de marzo de 1875, se estrenaba la ópera del mismo nombre. Había nacido uno de los mitos de la cultura española alumbrado por artistas franceses.

“Carmen” no es el espejo de la realidad social de la Andalucía de la primera mitad del siglo XIX, al contrario, refleja la imagen que la burguesía francesa tenía de una España colorista y racial. La feria taurina de Pentecostés de Vic-fezensac, de igual forma, tampoco es un exponente de la situación de la fiesta al sur de los Pirineos. Es, al contrario, una brillante excepción y una muestra de la tauromaquia que exige y cuida el público francés. La fiesta de los toros vive dos realidades muy distintas en España y Francia.

Intenso fin de semana el pasado en Vic-fezensac que se cerró el lunes con la corrida de Victorino Martín. Abrió feria Baltasar Iban con una corrida bien presentada, aunque desigual, que brilló en la suerte de varas. Los Ibanes, que no presentaron grandes complicaciones, dejaron en feo a la terna de matadores que se olvidaron el alma y el sentimiento en España. La presidencia, muy criticada por un sector del público concedió sendos trofeos a Curro Díaz y Morenito de Aranda.

El domingo era el día grande. Corrida concurso por la mañana. Si la gitana Carmen, gracias a las notas de Bizec, es la reencarnación de la belleza española. Moreno, racial, exuberante, y libre, el buen hacer de Gabin Réhabi permitió que el sensacional Salta Cancela de la ganadería de Los Maños mostrase la esencia de la bravura y de la fiesta de los toros. El picador francés, montando un ejemplar de la  gran cuadra francesa de Alain Bonijol, y en una plaza francesa, escribió el que será uno de los momentos más brillantes de la temporada taurina. Su actitud, como ejercitó la suerte de varas, fue inolvidable. Su manera de montar, de moverse por el ruedo, estoy seguro que no difiere mucho de la que mostró Alejandro Magno liderando su ejército en Gaugamela. Cuatro veces acudió al caballo el bravo Salta Cancela, y siempre más lejos que la anterior. En la última cruzó el ruedo de punta a punta. Un espectáculo que a día de hoy en imposible ver en las plazas españolas. ¡Una pena! Aquí preferimos el trasteo barato, prefabricado, de consumo rápido. Con permiso del Viejo Profesor, el insigne socialista y gran aficionado D. Enrique Tierno Galván, Tauridia ha muerto y en la frontera gala debe ponerse un cartel: Francia, reserva de la tauromaquia. La vuelta al ruedo del picador acompañando al matador Javier Cortes, premiado con una oreja, fue un momento único. El toro de Los Maños, también premiado con una vuelta al ruedo, fue el justo ganador. ¡ Enhorabuena a la familia Marcuello!.


Los de Valdellán, al igual que Don José, tenían un papel complicado. Mientras Don José tuvo que elegir entre el ejército y una gitana que le volvió loco de celos, para Valdellán superar la hazaña del toro Cubano del año anterior era harto complicado. Destacar su presentación. Perfecta, iguales, astifinos. Un diez. En la visita a los corrales brillaban por su homogeneidad frente a otros compañeros de mayor renombre. En el festejo de la tarde destacó el primero. Bravo, encastado y dotado de una enorme fijeza. Fue un gran toro. Meritoria faena de López  Chávez que le cortó una oreja en una actuación que llegó a los tendidos. El resto se mantuvo en la misma línea si bien es cierto que la rotura de varias pezuñas y la cogida de César Valencia nos privó de ver el comportamiento de estos bravos santa colomeños criados en León. Su prestigio, al menos para quien escribe, permanece intacto.

En el debe de la feria debemos anotar la rotura de pezuñas que sufrieron hasta seis toros de dos ganaderías en apenas cuarenta y ocho horas y que puede ser debido al estado del firme en los corrales, muy deteriorado por las lluvia caída la última semana. En el haber, el resto. No quiero olvidarme del anfitrión, la Comisión Taurina de Vic-fezensac, y en especial de Marcell , que cada primavera acoge la familia de “exiliados” taurinos que cruzamos la frontera ávidos de las emociones que no encontramos en nuestras, familia que por cierto, cada año es más grande. Todos repetimos.

Artículo publicado el 16/05/2016 en www.purezayemocion.com

domingo, 6 de marzo de 2016

Toros y política

Eduardo Gavín, presidente del Ateneo Cultural Orson Welles, presentó el pasado sábado en Logroño, en el marco del Invierno Cultural Taurino 2016 que organiza la Peña Taurina El Quite, el nuevo número de la revista “El monosabio”. Un monográfico que analiza la compleja relación entre política y toros.


El editorial de la mencionada publicación defiende el carácter transversal ideológico de la fiesta. “Afirmar que las corridas de toros son un resquicio del franquismo es una ignorancia aplastante, pues el rito taurino se pierde en la prehistoria y pasa por Grecia, Roma, y el medievo, hasta nuestros días. Decir que pertenecen a las clases privilegiadas es propio de quien desconoce al pueblo y al mundo rural. Querer acabar con ellas por motivos políticos es atentar contra las costumbres, fuente de derecho, y la cultura popular de muchas naciones. Una triste maniobra globalizadora y homogeneizadora. Nuestro deber, como aficionados, es suplir a unos estamentos taurinos que faltan a su obligación de defender y difundir del rito taurino como riqueza antropológica y única. Es necesario evitar que desaparezca este anacronismo como queremos evitar que desaparezcan las pirámides de Egipto”.


El toro es un elemento totémico de la cultura mediterránea (Zeus se transformó en un toro blanco para raptar a la bella Europa) y las actuales corridas que sobreviven en la Península Ibérica son la última expresión. Un ventana al pasado que nos recuerda al mundo rural y las costumbres más ancestrales en torno a las cuales se organizó la especie humana. Un tesoro antropológico, un bien inmaterial patrimonio de todos. Hablamos de costumbre cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, y la costumbre, tal y como sanciona el artículo 1 del Código Civil, es fuente de Derecho, con caracter supletoria detrás de la ley.

El cambio de las leyes requiere de una amplio consenso social. Para Eduardo Gavín los antitaurinos no son mayoría, aunque si debemos admitir que han conseguido que un gran sector de nuestra sociedad,  y que hasta el momento permanecía indiferente ante el fenómeno taurino, vea con buenos ojos sus postulados frente a unos estamentos taurinos (toreros, ganaderos, empresarios...) que no han sabido o no han querido defender la fiesta dejando esta labor a los aficionados y clubes.

María Antonieta ignoró al pueblo francés encerrada en Versalles dedicadose únicamente a sus representaciones teatrales en El petit Trianon. Nunca imaginó que le cortarían la cabeza. Nicolas II, el último zar de Rusia no se preocupó de mejorar las condiciones de vida de los campesinos y obreros rusos. Era el padrecito de todos ellos. Lo fusilaron. Los profesionales taurinos viven aislados en su mundo de cortijos, fincas, o patios de caballo, como si la sociedad no hubiese cambiado y sin dedicar esfuerzos a defender y promocionar la tauromaquia. Las corrientes animalistas, por su parte, perfectamente organizadas, van ganando terreno. Son, no olvidemos, una nueva religión que equipara el hombre a los animales, algo muy peligroso desde el punto de la lógica. Si hombres y animales son especies al mismo nivel se podrá castigar con iguales pena la eliminación de cualquiera de las dos. Himmler, político nazi e ideólogo del Holocausto, tras acudir a una corrida de toros en Las Ventas en 1940 afirmó que se trataba de “un espectáculo deleznable y extremadamente sangriento”

¿Y los políticos actuales?  La mayoría, salvo excepciones, manejan sin pudor la fiesta con un único fin: rentabilidad electoral. Las corridas de toros no son propiedad de ideología alguna. Si realizásemos una encuesta entre los asistentes a una corrida de toros con el fin de comprobar a quién han votado en las últimas elecciones encontraríamos, para sorpresa de muchos, votantes de Izquierda Unida, PNV, PSOE o PP.


Reflejando esa pluralidad el último número de “El monosabio” incluye entrevistas a Pío García Escudero, presidente del Senado y miembro del Partido Popular, Fernández Bermejo, exministro socialista de Rodríguez Zapatero, o Antonio Tereno, alcalde comunista de Barrancos, una de los dos villas que ejercita la suerte de matar más allá de la frontera en el vecino Portugal.

Asimismo, la citada revista repasa las numerosas prohibiciones existentes a lo largo de la Historia demostrando que “gran parte de los intentos de prohibición vienen de las fuerzas más negras de la política. Desde los Papas más siniestros del Renacimiento, a Salazar en Portugal, pasando por los recién llegados y despóticos Borbones. Sin embargo, el florecimiento de la tauromaquia se da en las épocas de mayor esplendor de la ilustración, el afracesamiento, el liberalismo, las repúblicas, o incluso la movida madrileña”. 

La publicación además incluye interesantes reflexiones. La periodista Covadonga del Peso recuerda a Enrique Tierno Galván quien afirmó en su ensayo "Los toros, acontecimiento nacional" que "cuando el acontecimiento taurino llegue a ser para los españoles simple espectáculo, los fundamentos de España en cuanto a nación se habrán transformado. Si algún día el español fuere o no fuere a los toros con el mismo talante con que va o no va al cine, en los Pirineos, umbral de la Península, habŕia que poner este epitafio: "Aquí yace Tauridia; es decir, España".


"El monosabio" también revindica a  Melchor Rodriguez, " el Ángel Rojo". La actual corporación municipal de Madrid en aplicación de la Ley de Memoria Histórica ha decidido dedicarle una calle. Es justo.  Anarquista y sindicalista, Melchor Rodriguez fue nombrado delegado de prisiones en Madrid durante la Guerra Civil. Intentó frenar, y lo consiguió en muchas ocasiones, las sacas que se practicaban en las checas y concluían con fusilamientos al amanecer en la tapia del cementerio. Llegó a armar a los presos políticos. Era novillero. 

¡Qué  nadie olvide que los toros forman parte de la memoria colectiva de nuestra sociedad! Borrar nuestro pasado, nuestras raíces, nuestros recuerdos, puede tener consecuencias desastrosas. Pregunten a los familiares de enfermos de Alhezeimer.