Jose María Manzanares, muy activo en las redes sociales, con su presencia e imagen apoyó, previo cheque, y le no censuro por ello, la presentación de una conocida firmas de relojes en Ginebra. Guapo. Elegante. Traje implacable. Numerosas fotos en su cuenta de Twitter o Instagram lo atestiguan. Ni una sola palabra sobre Maphre o la alcaldesa de Córdoba.
Boaddil el Chico, último
rey de Granada, lloró al abandonar la Alhambra tras entregar las llaves de la ciudad
a los Reyes Católicos. Su madre, Aixa, y siempre según la leyenda, al ver las lágrimas
de impotencia de su vástago exclamó:
-“Llora como mujer lo que
supiste defender como hombre”.
He visto llorar a varios
Toreros, y me tomo la licencia de utilizar mayúsculas para recordar las
lágrimas de Jesús Manuel “El Cid” en Bilbao, tras encerrarse con seis Vitorinos,
o Diego Urdiales, al parar el tiempo en
las últimas corridas generales. Otros toreros lloran de emoción cuando un
compañero les dedica una faena. Un ejemplo, Jose María Manzanares.
Boaddil no estuvo a la
altura del momento histórico que le tocó en suerte pese a ser un hábil
negociador. Las escasas oportunidades que tenía el Reino de Granada de
sobrevivir las dilapidó en luchas internas. Se refugió muchas veces en las
belleza de La Alhambra, heredara de sus antepasados, y la complacencia de sus
concubinas y amantes.
Ayer la alcaldesa de
Córdoba, socialista, y no olvidemos que en su ciudad existe un excepcional
museo taurino, canceló la partida de su ayuntamiento destinada a la Tauromaquia,
incluida la asignación a un festejo benéfico. Hace dos días Maphre pidió
disculpas por haber patrocinado festejos taurinos. Manuela Carmena, por su
parte, adalid de la libertad y la tolerancia, ha suprimido cualquier referencia
a los toros en la página web del Ayuntamiento de Madrid. ¿Y los profesionales
que han dicho o hecho? Poco o nada.
Jose María Manzanares, muy
activo en las redes sociales, no se ha pronunciado. Con su presencia e imagen
apoyó, previo cheque, y le no censuro por ello, la presentación de una conocida
firmas de relojes. Guapo. Elegante. Traje implacable. Numerosas fotos en su
cuenta de Twitter o Instagram lo atestiguan. Ni una sola palabra
sobre Maphre o la alcaldesa de Córdoba. Finito de Córdoba apenas unas lacónicas
palabras. Lo de Córdoba, Madrid, o Maphre no les afecta. Somos los aficionados,
las peñas, y clubes taurinos, que además mantenemos la fiesta con nuestras
entradas, quienes debemos manifestarnos y salir a las calles.
Los profesionales (pongo
como ejemplo a Jose María Manzanares, hijo de una figura del toro, pero hay
más) han recibido un tesoro cultural que deben proteger y asegurar su
trasmisión a generaciones futuras. La defensa debe hacerse en la plaza, pero
también fuera. Deben y tienen la obligación de reaccionar, en caso contrario,
los veremos llorar, cuando ya sea demasiado tarde e irreversible por lo
perdido. Tal vez veamos amargas lágrimas por no haber planteado batalla por el
ejercicio libre de su profesión. Nosotros, los aficionados, seguiremos pagando
entradas, en este caso de cine, teatro, o conciertos. Este fin de semana, por
si acaso, veré “El alcalde de Zalamea”.
Artículo publicado en www.purezayemoción.com