sábado, 23 de abril de 2016

Hoy hace cuatrocientos años que falleció un crítico taurino.

Hoy hace cuatrocientos años que no dejó un genio, un soldado victorioso de Lepanto, un cobrador de impuestos que estuvo cautivo en Argel, un poeta frustrado, pero sobre todo hoy hace cuatrocientos años que nos dejó el padre del Quijote. Se cumple el  IV Centenario de la muerte de Don Miguel de Cervantes Saavedra, quien, según José María de Cossío o Javier Villán, también fue el encargado de escribir la crónica de la corrida organizada con motivo del nacimiento del futuro Felipe IV en Valladolid. España, país de ingratos, permitió que muriese en la absoluta pobreza.


No sorprende pero escuece que sólo el veintiuno por ciento de españoles hayan leído el Quijote completo. Seguimos pateando la cultura.  De igual forma que una manada de toros y cabestros derriban y pisotean a Don Quijote y Sancho Panza el capítulo LVIII de la segunda parte y se levantaron, Cervantes se yergue cada vez que alguien vuelve a leer el Quijote. Es lo que tienen los clásicos. Su grandeza se impone a mediocres y patanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario